lunes, 4 de marzo de 2013

JULIÁN ROMÁN, EN LA PIEL DE UN CAÍN

JULIÁN ROMÁN, EN LA PIEL DE UN CAÍN

Aunque es común verlo en la pantalla, en Tres Caínes es la primera vez que Julián Román encarna un personaje de la vida real. En esta serie es Carlos Castaño, un hombre que equivocó el camino y junto a sus hermanos escribió uno de los capítulos más dolorosos de la historia del Colombia.

De niño, a Julián Román le parecía increíble que los amigos de su papá, el respetado actor Edgardo Román, cuando subían al escenario del teatro eran otras personas diferentes a las mismas que saludaba minutos antes. Aunque su padre, nunca lo presionó para que tuviera su misma profesión, el hecho de crecer entre tablas, luces, telones, cámaras, vestuario, directores, productores y actores, influyó bastante para que este bogotano criado en Bogotá decidiera seguirle los pasos.

En los últimos treinta años Román es eso que veía de niño: en un set de televisión, un escenario de teatro o un estudio de cine, se dedica a ser otras personas, que en su mayoría nada tienen que ver con él. Este camino le ha brindado alegrías, reconocimiento y premios, como recientemente un India Catalina en la categoría de Mejor Actor Antagónico de Telenovela, Serie o Miniserie por su interpretación del malvado Solipa en Corazones Blindados. 

Curiosamente en su larga carrera de este actor, nunca ha encarnado a ningún personaje que se base en uno de la vida real. Con ‘Tres Caínes’, serie que protagoniza, le llega esta oportunidad. Julián Román se puso en los zapatos, o mejor, en las botas de Carlos Castaño, un hombre que junto a sus hermanos Fidel y Vicente Castaño, por venganza crearon un ejército privado que equivocó el camino y participaron de algunas de las tragedias más dolorosas en la historia reciente Colombia.

Afrontar este personaje para Julián Román no fue nada fácil. “Desde que estaba en el casting tenía ciertos nervios por asumir este papel, porque se van a mostrar cosas realmente dolorosas para el país. Pero son historias que creo se deben contar”, afirma el actor.

Los distintos temas que se abordan en la serie no son ajenos para Román. Aunque directamente ni a su familia o a él lo ha tocado alguno de los hechos protagonizados por los Castaño, el actor confiesa que como ciudadano desde mucho antes de saber que interpretaría a este personaje, se ha preocupado por saber de esta historia. “La gente como uno, de las ciudades, piensa que se trata de hechos muy lejanos, que nunca los tocarán y por eso no les importa. Pero si no conocen la historia de la violencia en Colombia nunca podrán saber la respuesta de por qué nuestro país tiene una guerra interna de más de 50 años. Cambian los protagonistas, llámese políticos, guerrilla, paramilitares o narcotraficantes, pero la violencia sigue”, asegura Román, quien se apasiona hablando de estos temas, pero que de inmediato añade que no toma partido por nadie, sino simplemente le gusta investigar para formarse una opinión con argumentos.   

Sobre cómo fue transformarse en la pantalla en Carlos Castaño, acerca de su posición al respecto de series que tocan temas delicados como es el caso de ‘Tres Caínes’, sobre su relación con el elenco de la serie y muchas otras cosas cuenta Julián Román en esta entrevista:

MI OPINIÓN ES QUE SI NOSOTROS MISMOS NO CONTAMOS NUESTRAS HISTORIAS QUÉ VAMOS A ESPERAR, ¿QUÉ HOLLYWOOD NOS LAS CUENTE Y ELLOS DEN SU VERSIÓN DE LOS PARAMILITARES, Y DE ESTE TIPO DE GRUPOS Y PERSONAS AL MARGEN DE LA LEY?”.






De la familia Castaño, sobre Carlos es el que más documentación existe. ¿De toda esta información en qué se basó para la construcción de personaje?
Que Carlos Castaño fuera de su familia la persona más pública, por decirlo de alguna manera, era una ventaja y una desventaja al mismo tiempo, porque si bien se encuentran más herramientas para la construcción del personaje, se puede caer en la imitación y hasta en la caricatura, pero lo que uno busca como actor es encontrar esa esencia. Me basé principalmente en la investigación de Gustavo Bolívar. También intenté ver el mayor número de entrevistas que concedió y los documentales que sobre su vida y sobre los paramilitares han hecho. Todo para buscar esa esencia del personaje.

¿Qué encontró?        
Encontré una persona llena de ira y de rencor. Alguien muy inteligente, como las grandes mentes criminales. Infortunadamente su genialidad se enfoca en otras cosas, y él y sus hermanos generaron uno de los conflictos más dolorosos y atroces de este país. Los Castaño utilizan la guerrilla como justificación de la violencia, como el que te cierra en el carro, y te pega tres tiros, y si se le pregunta dice ‘es que me cerró y a mi no me cierra nadie’. Todo el mundo justifica la violencia y ellos la justificaron con su tragedia familiar.

¿Cuál es el punto débil de personas cómo esta que hacen tanto mal?
Leyendo la vida de tanto malo, lo de Carlos Castaño es parecido en el sentido de que su talón de Aquiles siempre fue su familia, como es el de todos. Su hija estaba enferma, eso lo alejó y ahí fue donde los otros paramilitares y narcotraficantes aprovecharon para acabarlo. En ese aspecto es en lo que se acercan a nosotros. Es algo muy loco, bizarro e irónico, un tipo que tenía hijos y se desvivía por ellos, pero que no tenía ningún remordimiento en ir a un pueblo y hacer una masacre. Por más que trata uno de entenderlo como actor para poder hacerlo, es algo que nunca he logrado entender.

¿El Carlos Castaño que veremos en la pantalla tendrá esa ronquera tan característica de su voz?
Sí. Hablamos con los directores sobre si el personaje debía tenerlo, y aunque no era una exigencia, yo preferí hacerlo. Cuando empecé a trabajarlo me hacía mucho daño y ponía la voz de tal forma que terminaba muy cansado. Es una estupidez, pero estaba preocupado porque pensaba que iba a terminar esta serie con nódulos en la garganta o ronco de verdad. Pero afortunadamente la actriz y cantante Natalia Bedoya me dio unas clases de canto para la obra de teatro María Barilla, y luego me ayudó en esta preparación con unas técnicas y ejercicios para poner la voz y poderla rasgar sin que fuera doloroso. Así lo hicimos, lo apliqué y me ha ido lo más de bien. Cuando hicimos los discursos, que son las escenas más fuertes porque son hablando duro, termino muy bien de la garganta.

¿Qué tanto sabía de esta historia antes de que iniciar la serie?
Siempre me ha causado intriga saber lo que pasa con mi país, creo que es uno de nuestros deberes como ciudadanos, y este episodio doloroso por supuesto se incluye en lo que he leído. Lo hago desde mucho antes incluso de hacer ‘Retrato de un mar de mentiras’ que fue una película que también aborda el tema de la violencia y para la que investigue más. Claro que intensifico esta búsqueda de información y este retomar de la historia cuando hago personajes que tienen que ver algo en esta situación.

Siempre que se emiten series de este tipo, surge el debate si se deben mostrar producciones como ésta. ¿Cuál es su posición al respecto?
Acá se le echa la culpa de la violencia a todo el mundo, incluyendo a la televisión. Pero la violencia viene de muchos años atrás, llevamos más de 50 años en conflicto. De un gobierno que abandonó un pueblo, apareció la guerrilla que después se volvió un monstruo y por eso aparecieron los paramilitares, y también se convirtieron en un monstruo, y así vamos a seguir si no leemos nuestra historia y no sabemos lo que ha pasado. Me parece maravilloso que surja el debate y mi opinión es que si nosotros mismos no contamos nuestras historias qué vamos a esperar, ¿qué Hollywood nos las cuente y ellos den su versión de los paramilitares, y de este tipo de grupos y personas al margen de la ley?. Realmente los que vivimos esa historia estamos aquí y a la mayoría de nosotros nos tocó.

¿Qué se va a mostrar de la relación de los Tres Caínes: Vicente, Fidel y Carlos Castaño?
Vamos a contar básicamente la historia de los tres hermanos, de cómo conformaron las autodefensas, y como entres ellos llegaron a generarse tantos odios por diferencias, comenzando por la filosofía que tenía cada uno de los paramilitares, porque los tres estaban en la lucha pero cada uno tenía objetivos muy claros. Carlos Castaño siempre pensó que las autodefensas no deberían estar metidas con el narcotráfico, Fidel Castaño si creía que el narcotráfico podía financiar estos grupos, y Vicente, más que paramilitar se volvió realmente un narcotraficante. También se abordará un poco la tensionante relación que tenían con respecto a sus mujeres.

¿Cómo ha sido el trabajo junto a los Directores y los otros dos protagonistas, Elkin Díaz y Gregorio Pernía?
Sé que parecerá respuesta de reina, sin ofender a las reinas, pero el ambiente durante las grabaciones es muy agradable. Con cada uno de los directores ha sido un trabajo muy serio y juicioso con el fin de dar todo lo que ellos quieren. Y con Elkin y Gregorio hemos tenido una buena relación dentro y fuera de grabaciones. Es una ironía y se escucha feo, pero nos hemos divertido grabando la serie, pero es que creo que esa es la única forma de poder darle vida a estos personajes, de hacer cosas tan graves, fuertes, y no dañarse la cabeza.

¿Qué le está diciendo a la gente para invitarlos a ver ‘Tres Caínes’?
Le digo a la gente que se tranquilice y que la vea. Que no entre con prejuicios y sobre todo no entre con partidos. A mi me parece que en ningún momento se está tomando un partido o blanqueando a alguien, sino que se está contando una historia. Obviamente tiene cosas de televisión y novela, pero es una historia que tal vez la gente no conocía y que bueno que la puedan ver y que se den cuenta de lo que ha pasado. Esta producción es un pedacito, muy chiquitico, pero muy doloroso de Colombia, y sirve para que la gente investigue más sobre la historia de nuestro país. Me parece interesante que un Canal se le mida y le apueste a contarla. Y Como puede que pase algo, puede que no, vamos a ver qué sucede. Lo importante es que con un respaldo investigativo se escribió una producción sobre este tema, se está grabando y ya la gente la puede ver.

Recientemente obtuvo un Premio India Catalina, ¿Para usted que significan este tipo de reconocimientos, qué tanta importancia les da?
Los premios siempre son importantes. Mentiría si digo que no me importan. Lo que me parece importante es no trabajar por buscar un premio. Creo que cuando uno trabaja con ese fin, se nota en el trabajo. Cuando no se hace es más relajado y más divertido.

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