ANDREA GUZMÁN REGRESÓ PARA SER LA MALA DE LA HISTORIA
Pero actuar le hacía falta. No es que no lo hubiese hecho en esta temporada pues tuvo participaciones en algunas series y una película. Pero esta actriz bogotana extrañaba estar en una producción en la que pudiera acompañar todas las noches a los televidentes a través de la pantalla.
Hace año y medio volvió a Colombia y ‘Allá te espero’, telenovela en la que interpreta a Berenice, fue esa oportunidad con la que Andrea Guzmán regresa del todo a la televisión. “De todas las opciones que tenía, este proyecto era lo que más quería hacer por la historia, por el personaje. Fue un proceso de casting largo, duro y difícil porque competí con otras actrices maravillosas. Fue muy chévere que en este regreso tuviera un proyecto que me apasionara, un personaje que me moviera el piso”, asegura Guzmán.
Curiosamente en este retorno al país, de nuevo tuvo que irse, pero esta vez por las grabaciones de la telenovela, que se rodó durante dos meses en las calles y lugares más emblemáticos de Nueva York. “No hubiera sido lo mismo grabar acá en un calle y poner letreros en inglés. La oportunidad de grabar allá nos ayudó a todos a transportarnos a la realidad de la historia”.
En lo cotidiano Guzmán, la cuarta de cinco hermanos, se describe como una persona que no le gusta pelear, no le gusta gritar y es incapaz de humillar a nadie, en suma, todo lo contrario a Berenice. Su personaje en ‘Allá te espero’, es eso y mucho más. Es una jefe malgeniada al extremo, dueña de un restaurante en Nueva York y al mismo tiempo, coordinadora de una red de tráfico de inmigrantes ilegales que llegan a Estados Unidos. Una vez llegan a esta gigantesca ciudad, sin ningún tipo de pudor, Berenice los explota, les quita su dinero y los hace trabajar más de la cuenta para pagarle intereses.
“Una de las cosas chéveres de ser actriz, es que puedes ser lo que no eres. Obviamente me lo gocé, pero cuando leía los libretos pensaba ‘es una bruja, me van a odiar tanto, me van a detestar en la calle’. La idea es que la gente sienta esa dureza del personaje, pero también quisiera que ha medida que se conozca el drama que vive puedan entender un poco a la mujer y al ser humano que se esconde detrás”, asegura esta bogotana, quien en esta entrevista cuenta más detalles sobre su personaje, sobre la experiencia de grabar en Estados Unidos, sobre sus proyectos futuros, entre muchas otras cosas.
Al principio fue duro porque uno pierde la costumbre de madrugar, de las horas fuertes de trabajo, de estar todo un día en un set, de aprender 20 escenas en un día. Pero una vez volví a adaptarme, fue una delicia.
¿Vivir varios años por fuera del país le sirvió para la preparación del personaje?
Afortunadamente no me tocó pasar las duras y las maduras porque iba en otras condiciones, pero si conocí muchas personas que le tocaba tener tres o cuatro trabajos para poder mandarle plata a su familia, mientras ellos intentaban literalmente sobrevivir. Eso tipo de experiencias sí me ayudaron para entender mejor la historia.
Mi familia y amigos. Cuando uno está lejos del país lo que más extraña es la gente. También cosas como la comida. Antes de saber que estaba embarazada, el primer antojo fue una mantecada. Los sabores de la tierra te llaman a gritos. Y también el hogar, porque la casa de uno es la casa de uno.
¿Berenice es tan mala como aparenta o tiene su lado bueno?
Lo maravilloso de Adriana Suárez (libretista de la serie) es que ella crea personajes que no son ni blancos, ni negros, sino personajes reales. En un principio la gente se va a encontrar con esa mujer dura, que es muy exigente con sus trabajadores, que se considera perfeccionista entonces no acepta la mediocridad, y por eso los trata mal. Pero a medida que pasa la historia nos vamos a encontrar con la verdad de esta mujer: una persona solitaria, con una realidad muy dura que es abandonarlo todo, llegar a otro país y para poder conseguir una estabilidad económica tuvo que apostarle a la soledad. Va a terminar muy enamorada de uno de los personajes de la novela, y se van a dar cuenta que es un ser humano como cualquiera con sus debilidades, virtudes y cualidades. Me siento muy feliz de poder entrar a la casa de la gente todas las noches con este personaje que hice con todas las ganas y pasión del mundo.
Siempre he pensado que como actor puedes hacer mucho trabajo de mesa y estudiar libretos, pero lo que realmente te da la esencia de una bonita escena, son los elementos reales que tienes en el momento de hacerla. En este caso estar en el lugar, abrir una ventana y ver Nueva York, escuchar a la gente te lleva a esa realidad y te hace realmente sentirlo de otra manera. Con Herney Luna, el director, trabajamos a crear ese universo como encontrar la realidad de esa gente que trabaja duro, bajo las órdenes de esta mujer. Al final las escenas nos salían muy naturales gracias a que introdujimos esa energía de la realidad de Nueva York. Fue muy valioso grabar allá, ver como eran las calles de Queens, todo se interioriza más fácil.
‘Allá te espero’ tiene un elenco grande de reconocidos actores, ¿cómo fue grabar con ellos?
En la parte de Nueva York creamos como una familia porque era un grupo más reducido y nos acoplamos muy bien. Tuve mucha suerte que me tocó con unos compañeros maravillosos que nos divertíamos muchísimo, y eso también es muy chévere cuando estás trabajando: que en los momentos que hay que esperar te relajas, te ríes y eso me hacía mucha falta. Pero de todas formas, una de las cosas que más tristeza me da es que no pude trabajar con todo el elenco. Me hubiera encantado hacer escenas con Carlos Benjumea, con Alejandra Borrero, con Mónica Gómez. No tuve ni una escena con ellos, entonces me dejó el vació de estar en la misma novela y nunca habernos encontrado.
¿Qué otros ingredientes tiene ‘Allá te espero’ que la puede hacer atractiva para los televidentes?
Me llama mucho la atención que son cinco o seis novelas en una. No te vas a encontrar con una sola realidad, y la forma en que se muestran esas distintas situaciones es mágica. Siento que esto le da la oportunidad al televidente de identificarse con alguna de estas historias que se cuentan, porque además se tocan temas de los que normalmente no se hablan. Paralelo a la historia central de amor, hay líneas dramáticas espectaculares como la de una mujer inválida, que va a mostrar como las ciudades en Colombia no están diseñadas para este tipo de personas. Es una de mis historias favoritas por el mensaje tan fuerte que da. También está la historia de la mujer de 60 años que se enamora, que siente, que está viva, y no el estereotipo de la viejita. Ninguna novela se había tomado la molestia de mostrar estos temas como ‘Allá te espero’, y creo que ese tipo de cosas la hacen especial.
¿Tiene proyectos de teatro y cine para este año?
Estamos terminando un musical en el que estoy como productora. En el próximo proyecto que tengamos en ‘Cabaret’, el teatro de mi hermana, me gustaría actuar a mí. Estamos negociando para tener los derechos de un musical argentino que nos llamó la atención. Más o menos en abril ese show se estrenará y ahí me podrán ver. También una de las metas que tengo para este 2013 es volver a hacer cine, porque me encanta, me parece que están haciendo cosas maravillosas y que cada vez estamos mejorando. Ojalá que me tengan en cuenta para los próximos proyectos.
¿Qué clase de papeles le gustaría interpretar a futuro?
Quiero que sean personajes que digan cosas, que tengan conflictos. No me importa si son buenos o malos, me llaman la atención es que los personajes puedan contar una historia, que tengan un desarrollo. Con los años se vuelve uno más selectivo y nunca me había pasado que rechazara papeles. Me encantaría estar en una producción de época. Siempre he soñado hacer el personaje de Manuelita Sáenz, o alguien como Frida Kahlo.
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